Reconocido por sus descubrimientos en el campo de la física, la óptica, la matemática y la astronomía, Isaac Newton logró hacer de su vida una unidad entre la ciencia, la religión y las artes herméticas, las tres apoyándose dialécticamente entre sí. Este texto muestra que Newton puede ser explicado satisfactoriamente no solo por la estructura social de Inglaterra, sino además, por la eterna lucha entre el materialismo y el idealismo filosófico que se manifestó en esa época mediante el enfrentamiento entre el neoplatonismo y el racionalismo.