El tiempo no lo cura todo, y el amor, cuando se cuida, puede ser eterno. La librería de Helena es la única de la Isla de Sal. La regentan sus hijos, Orión y Gala, y su marido. Helena falleció cuando Orión y Gala eran adolescentes. Diez años más tarde, la ex de Orión, Luna, vuelve la isla para dejar una nota al limonero de la librería, donde está enterrada Helena y en el que todos los vecinos le dejan sus sueños y recuerdos. Orión le sigue guardando rencor a Luna por haberse marchado en un momento tan delicado, y Luna todavía siente algo por Orión, la tensión va creciendo y los sentimientos vuelven a surgir.